Compartimos el discurso de introducción a la obra de teatro interpretada en la gala del sábado 4 de junio...
El artículo número 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice que todos los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como estamos de razón y conciencia. Debemos comportarnos fraternalmente los unos con los otros.
Pero a pesar de que debería ser así, la realidad nos muestra algo muy diferente. Algunos disponemos de muchos recursos y otros, por el contrario, no disponen de tantos. Pero nosotr@s, desde nuestra posición privilegiada muchas veces decidimos mirar hacia otro lado.
A continuación podréis ver dos realidades distintas pero paralelas en el tiempo. Por un lado, un aula de cualquier instituto que conozcamos y por otro, una clase, por ejemplo, de Mali.
En nuestra mano está que podamos equilibrar ambas realidades y construir una misma educación para todos los seres humanos.
Por eso estamos aquí.
Por eso no miramos hacia otro lado.
Por esta razón nosotras y nosotros, como dice Eduardo Galeano, luchamos por “ser compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importe ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo”.
Muchas gracias.
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